24 de junio de 2005

él le pertenece a ella

él le pertence a ella
y ella le pertence al pasado,
y las risas, los gritos y los reclamos,
esas no pertencen a nadie,
esos se los regalo.

él la ve con ojos llorosos,
ella ya no lo mira pero se acuerda de él por unas fotos,
unas fotos viejas que se han ido desgastando,
igual que las promesas de amor eterno que se perdieron con los años.

ella está cansada y aburrida,
él esta mirándola y casi no ve nada.
¿de qué se habrá enamorado?
¿por qué ella se ve como el humo?
¿por qué él se pasa la vida inventando?

mejor la cama destendida

mejor la cama destendida
que tu ausencia a mi lado,
mejor sus besos
que tu nombre en mi boca.
y yo primavera y otoño
en menos de una hora,
mientras la conozco se va uniendo a mi olvido.

esto es un tornillo, una espiral, un ciclo,
esto de no tenerte y buscarte en pechos desconocidos,
en un nombre que no recuerdo,
en un vientre al que no vuelvo.
es un punto más en la lista de fracasos
que guardo en el cajón
junto a tu recuerdo.

aeropuertos

de pie, frente al área de llegadas, he descubierto que el amor concentrado por la espera vuelve a los humanos seres blandos que, de un momento a otro, desaparecerían por las coladeras; actitud tan solo pospuesta por el infinito placer que supone el encuentro con la persona amada.

más tarde, por los sólidos pasillos, se pueden escuchar las risas de los muros y las pantallas al ver como los enamorados, van dejando tras de si residuos de su amor diluido, un líquido espeso sobre las lozas de un suelo súper absorbente que lo esconde para que aquéllos, aquéllos a quienes nadie espera, no se den un balazo con las gomas de la fuente de sodas.

todo es parte de un tratado antiguo que explora la duración del tiempo con respecto a nuestra prisa y nuestros acompañantes. no puedo mencionar con exactitud sus postulados, pero supongo serán lo suficientemente congruentes para no dar a mi relato mas validez que la que el lector suponga necesaria; en cuyo caso comprenderá de qué he estado hablando, y sabrá a ciencia cierta que no ha perdido el tiempo si ha llegado hasta este punto, sino al contrario, habrá ganado tiempo mientras espera y se niega a derretirse frente a un vuelo retrasado.

9 de junio de 2005

siempre he sido mi casa

siempre he sido mi casa
el lugar al que vuelvo cuando todo oscurece.
me encierro y miro por la ventana
la noche, mi corazón desnudo;
te dibujas en el cielo como tormenta que se acerca.
viene el viento devorando distancia,
calándome hasta los huesos,
rugiendo porque no contesto...

no vuelo por no saber que el cielo me tiene un lugar preparado.
me dedico a ver como arrancas suspiros y árboles a tu paso.

desde mi casa mi ventana te adimira;
yo solo soy un espectador,
alguien que ha aprendido a corear a tu pasión gritando miedo,
esperando.

siempre he sido mi casa
y a puertas abiertas te espero.

me quité un brazo...

hace tiempo me quité un brazo
una pierna, un ojo,
me desprendí de media alma
y me sentí igual a cuando no te tenía.

pero ya uní mis partes,
cosí mi ojo a mi pecho,
mi pierna a mi brazo,
y mi brazo a mi trasero,
ahora soy normal,
soy el rey del descontento.

de los cyberamores

-¿cómo eres?
-soy alta, delgada, de cabello claro (a media espalda), ojos grandes y verdes...
¿y tú?
-yo soy alto, moreno, de ojos y manos grandes... ¿te gusta el cine?
-sí
-¡a mi también! ¡no cabe duda que somos iguales!
-sí, es dificil encontrar a alguien así...
(...y así pasaron la noche dos almas siamesas con un chatroom en común, se
inventaron sus nombres, hicieron el cyberamor, tocaron sus cuerpos con cada letra que tecleaban y en cada silencio sintieron el suave movimiento del cursor sobre su espalda...)