31 de mayo de 2005

nada que hacer.

no hay nada que hacer
ni que remediar,
si es cosa de niños aventar el tablero
después de jugar.
aceptar que ya viene,
que se acerca el final.
no es falta de amor,
nos falta paciencia
y a últimas fechas
me falta la fe.

si el amor no fuera moneda corriente,
si tan solo el olvido encontrara la ocasión
de tomar por sorpresa lo que le pertenece,
lo que escondo y ahogo en un mar interior.

si quererte fuera más sencillo,
si las distancias no fueran golpe bajo el cinturón.
si entendiéramos de una vez y por siempre
que el tiempo perdido nos guarda rencor.

y si llegara a pasar
que de nuevo perdemos
la ruta trazada, los objetivos, las marcas,
y en sitios distintos nos alcanza el adiós,
y nos corta las alas y nos marca en la frente.
si un día nos queda el traje del gran perdedor,
y nos sentimos extraños y nos volvemos lo mismo
y hasta el espejo confunde el ayer con el hoy,
¿por qué no volver a buscar un principio?
tenemos mapas marcados por toda la piel,
es historia de ambos, pasado y futuro,
crónica exacta de lo que pudo ser.

fíjate dónde caminas

fíjate dónde caminas,
me dijo mi padre, que es a la vez un búho y una nube grande.

de cada paso guardo un recuerdo,
de cada adiós, un hasta luego,
de cada libreta, el silencio del último verso.

a donde quiera que fui no me esperaban,
en cualquier esquina encontraba un futuro muerto
y en el horizonte alcancé a ver siempre el presente huyendo.

fíjate bien dónde caminas,
ten cuidado de que tus pies te acerquen en realidad a tu destino.

huye de los recuerdos como de los prestamistas,
sé transparente como medusa y, por quemar,
quema todo ante tu partida.

no busques ser perfecto, tan solo sé honesto,
aviva los sentidos y las pasiones,
cultiva plantas curativas en tu sombra
y peces de colores en el pecho y en las palmas de las manos.

mata tus miedos, ahógalos en la pileta
y pon tu ropa sucia a remojar luego,
que no te quede una mancha, un pelo
o un intestino colgando.

tengo ganas de decirte...

tengo ganas de decirte
“eres bella”, “te quiero”,
y rodear con la inevitable sombra de mis años
la felicidad de tus besos primeros.
lo siento, no soy bueno.
estoy más cerca de ser un ladrón que un caballero
y tu risa la concibo como amuleto,
la necesito colgada a mi cuello,
ahuyentando los fantasmas que pueblan mi cuarto
y me miran acostados a un lado de mi cama.

en el mundo que yo veo...

en el mundo que yo veo hay nubes negras que presagian tiempos más claros,
hay suficiente cantidad de palos y piedras como para exterminar al hombre
y aún así hemos construido casas y presas.
no existe suficiente amor para todos y esto nos hace valorar el que nos toca.
hay un terco dolor de huesos con el frío y me alegro de que salga el sol, un poco,
nunca tanto como para olvidar que mis huesos me sostienen.
en este mundo en que vivo cae la noche cuando mi día empieza
y se va cuando estoy a punto de morir de miedo.

contigo

tu cabello sigue siendo mi estación preferida,
la más grave adicción a la que vuelvo sin culpas,
la única residencia alterna del aroma de mis sueños.
(fragmento)

en horas hábiles

guardar silencio,
a veces debería guardar silencio.
callar lo que veo, lo que escucho,
voltear la cara y no darme cuenta.
volver a mis oídos ciegos y a mis manos mudas,
a mi lengua un trapo y a mi corazón de mármol.
tendría que atar mis pasos, quemar mis ojos;
pero resulta que no puedo,
no vivo por pasar el rato
ni acumulo ideas para ser más sabio,
ni me grabo lo que escucho para repetirlo solo,
siempre a solas, bien alto.

peleo con algunos por lo que hago;
un día crecieron notas de mis dedos
y fueron otros los que las tocaron.
me propuse extrañar tan solo en un horario.
hablo de amor porque lo busco,
intento comprenderlo y no me es fácil,
evito la intelectualidad tanto como puedo
y me aburro como nunca con quien me toma por eso.

pasa que no estoy listo,
nunca estoy listo
y todo me sorprende,
y todo me provoca.
me extrañan tanto los aplausos
como los abucheos.
yo no espero otra cosa que no sea entendimiento,
dejar una semilla curiosa que germine con el tiempo.

estoy jugando, es cierto,
pero es que alguien se robó mi infancia cuando todavía era mía,
y no por eso crezco,

y no por eso grito,
grito porque me divierte ver saltar asustados a mis delirios.
a veces cuando salgo camino un largo rato
sin rumbo fijo, me detengo en los jardines,
me siento en las banquetas y fumo un poco
mientras escribo mentalmente cosas que luego me olvido.

esa es mi vida, cazar ideas,
soñar despierto y casi siempre hablar dormido,
y de vez en cuando,
cuando estoy de suerte,
hablar contigo.

sin sed

no busco intoxicarme
ni perderme ni perderte,
quiero entender lo que pasa.
no enternecer ni provocar miradas
entre quienes me conocieron de antes.
no quiero un “antes” y un “después”,
no en la misma vida.

yo busco una estocada limpia
que corte lo que no me deja avanzar,
busco amar y ser amado,
compartir mi tiempo,
no regalarlo ni robar ajenos.

amanezco siempre con sed
y quiero agua y besos a tiempo,
que no me llame quien no me quiera
porque yo haré lo mismo.
quiero desprenderme de esta urgencia,
de la necesidad de recordar el pasado,
quiero tener más porqués para andar en el presente.
quiero salir de mi casa sin miedos, sin fobias,
no volver a donde fui feliz,
conocer otros lugares.

en resumen, quiero llamarte y proponer un cambio,
aclarar las cosas y que amanezcas sobre mi pecho
y yo sin sed,
amándote sin remedio.

y que amanezcas sobre mi pecho,
y yo sin sed.

costo / beneficio

sería bueno convencerte de las ventajas de tenerme.
presentarme un día a tu puerta y con un catálogo a color
venderte la idea de un amor compartido, por semanas, para dos,
en algún lugar paradisiaco como puede ser mi habitación.
por la noche, siendo sombras, nos inventaríamos el uno al otro
y de mañana me vestiría de luz para abrazarte mientras duermes.
me encontrarías como fruta al desayuno
y al resbalar por tu boca el sabor te resultaría familiar,
voltearías a la cama sintiendo que estoy ahí pero sería tarde,
yo ya habría volado al closet para esperar a que vistieras
de cal y canto sobre tu cuerpo con mi blanca sombra terciopelo.
sería la envidia de las aguas y los soles,
del viento ocuparía el lugar en tus pulmones
para que no me olvides,
para que no me olvides.
sobre tu pecho anidaría cual voz con alas,
para volar rompiendo silencios que no existen.

me gustaría tenerte desnuda ahora...

me gustaría tenerte desnuda ahora y poder hablar de tu cuerpo,
de la distancia exacta que hay entre tus senos.
me gustaría poder contarles de tus piernas,
ese par de tijeras con las que has podado mis pudores,
con las que abrazaste mi inocencia.
hablarles de tus manos
y de las caricias que estas encierran,
de tus ojos y la paz con la que nado en ellos,
de tus caderas firmes y de tu vientre plano,
de tu sexo, ese eterno manantial de mis pecados,
de tus pies que marcan mis pisadas,
de tus uñas y cómo dibujan con la sangre de mi espalda,
de tu lengua como ágil oponente de mis dientes
y de toda tú cuando estás desnuda...
me gustaría tenerte desnuda ahora aquí
para no contarles nada.

tengo un año más

tengo un año más
y no sé dónde ponerlo,
¿para qué lo uso?
¿de verdad lo necesito?
prefiero seguir siendo la imagen desgastándose,
papel amarillento clavado en la pared
con tachuelas en la frente.

y tu tan funeraria

yo que vengo huyendo del hielo
de los polos terrestres, de los opuestos,
yo que corro del desvelo,
de escribir de noche por no poder hacerlo.

y tú tan funeraria, tan paredes grises,
tan cuarto sin ventanas,
tú que has sido calle mojada, espejo roto, pez sin agua,
apenas ayer creí haber encontrado un manantial
y hoy descubro agua salada.

son tan altas las paredes del deseo que es difícil escalarlas,
no volveré a intentar tomarte por asalto,
y pienso que es poco probable que tus puertas se abran;
parece un nuevo error de posibilidades
que tu honor de dama frágil,
concuerde con mi amor de hombre en celo.

si existiera un Dios

si existiera un Dios
preferiría que fuera mujer,
y así hablarle de tú y de ti
y que me aconsejara.
preferiría que fuera mujer
y que fuera mi amiga,
y que su sexo no fuera barrera
sino pretexto.
que fuera mujer y amiga
de aquellas que dan la vida cada vez que lo solicitas.
que fuera mujer y amiga
para que me escuchara
y me consolara y cerrara mis heridas.

si existiera un Dios,
en definitiva me gustaría
                  que fuera como tú,
aunque entonces … ¿yo qué haría?

9 de mayo de 2005

¿y si resulta?

¿…y si resulta que alguna vez tomé notas de tus recuerdos?
¿si fueron tus ojos los que dictaron esta larga imagen que ahora traduzco,
 o intento traducir, para contártela de nuevo?


vuelvo porque un día me propuse hacerlo,
hace muchas vidas, hace muchos sueños.
vuelvo porque tus imágenes me guiaron,
porque necesito tus secretos bajitos de mañana,
tu complicidad callada, tus azules, tus rojos,
tus dudas y certezas atadas con un lazo,
vueltas nudo y a la espalda.

¿cómo no amarrarme a tu manojo de estrellas?
¿cómo no dejarme llevar, cómo no seguirte?
no tengo ni una rosa, ni un cordero, ni un volcán;
pero –eso sí -  necesito regalarte el mundo que me robé de un libro,
varios silencios que atesoré en un viaje y, sobre todo,
me urge contarte el cuento de cuando era niño,
de cuando eras niña,
de cuando lo eras todo.

tú bien sabes que nuestro primer beso fue tan corto que dura todavía,
que te he perdido y encontrado más de 17 veces en esta vida,
que no hay punto final en mi cuaderno,
que me extravié en tu espalda,
que juntos somos dos hechiceros ardiendo,
muertos de frío en cada hoguera.